América Latina es hoy en día la región más desigual del planeta. Las mujeres y las niñas se encuentran en desventaja con respecto a los hombres en aspectos tan básicos e importantes como educación, salud, identidad, trabajo, participación política e integridad física y psicológica. Dichas desigualdades se profundizan cuando se añaden factores como territorio, etnia, discapacidad, edad, condición de migración, pertenencia a la población LGTBIQ y situación de reclusión, entre otros. La CEPAL plantea que, para que las mujeres alcancen el pleno ejercicio de sus derechos y la igualdad con respecto a los hombres, debe lograrse su autonomía, entendida como el grado de libertad que tienen para conocer, decidir y actuar de acuerdo con su propia elección, en al menos tres esferas: la económica, la física y en la toma de decisiones. Los estereotipos y los roles socialmente asignados a hombres y a mujeres están directamente vinculados con el acceso y uso que cada uno de los géneros le dan a la energía.