La reforma propuesta a la Ley de Hidrocarburos por el Ejecutivo Federal prácticamente adolece de las mismas fallas jurídicas que la reforma a los permisos de importación y de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), hoy suspendidas por amparos, al confundir el régimen de permisos, propio de un ecosistema de libre concurrencia y competencia, con el de la concesión, que aplica a bienes de dominio público.